Luis Alberto Veccia, una vieja cara conocida del sistema de salud local y ex administrador de los hospitales Ferreyra e Irurzun, reapareció desde el retiro con una carta abierta cargada de nostalgia, advertencias y muchas verdades incómodas. Según su visión, el traspaso de cápitas del PAMI al sector privado es poco menos que un “vaciamiento programado” del sistema público. Una movida de manual: los privados cobran, no atienden, y los hospitales públicos hacen el trabajo sucio… sin ver un peso.
Veccia, que parece haberse despertado de un largo letargo, ahora denuncia lo que lleva años ocurriendo ante la pasividad de las autoridades. El Municipio, por su parte, sigue con cara de póker, como si la desfinanciación del sistema no fuera su problema. Mientras tanto, los hospitales siguen absorbiendo demandas de pacientes que llegan rebotados por los prestadores privados, que ponen excusas con más agilidad que un concejal en año electoral. La maniobra es tan burda como efectiva: quedarse con el dinero sin brindar el servicio.
El ex funcionario —que conoce el paño como pocos pero que también formó parte de un sistema que no reaccionó a tiempo— lanza ahora un grito de auxilio tarde pero necesario: si seguimos desmantelando lo público para enriquecer a lo privado, el sistema colapsa. Y cuando eso pase, no habrá ni VTV ni carta abierta que nos salve. Porque cuando se apagan los recursos del hospital, lo único que queda es el silencio… y la factura sin pagar.