A menos de una semana del esperado recital de La Renga, las autoridades locales se han visto obligadas a coordinar esfuerzos de última hora para evitar un colapso vehicular en la ciudad. La reunión clave en el Centro de Monitoreo dejó claro que la llegada masiva de micros de todo el país será un desafío monumental. Ángel Vázquez, subsecretario de Prevención y Monitoreo, no ocultó su preocupación: “La cantidad de micros que se está esperando es importante. Por eso, tenemos que ser cuidadosos”.
Con el riesgo de que los accesos a la ciudad se vean saturados, los funcionarios locales no se anduvieron con rodeos. Estuvieron acompañados por autoridades de la seguridad provincial, incluido el comisario Gustavo Demattey, quien prometió que pondrán todos los recursos necesarios para coordinar el tráfico de los vehículos pesados que llegarán en masa. Y no solo eso: los puntos de acceso estarán bajo la estricta vigilancia de la jefa del Destacamento Vial de Quequén y la jefa Departamental de la Policía de Necochea, Gabriela Santillán.
En un intento por evitar el desastre, los funcionarios han decidido elaborar una cartilla de emergencia con mapas detallados para los conductores de los micros. Todo esto con el fin de garantizar que no se repitan los errores de años anteriores, donde los recorridos equivocados y las largas demoras fueron el pan de cada día. Sin embargo, muchos se preguntan si estos esfuerzos serán suficientes para evitar un caos de tráfico durante uno de los conciertos más esperados del año.
A medida que se acerca el gran día, la tensión crece y la incertidumbre sobre la capacidad del operativo aumenta. Con millas de personas rumbo a Necochea para disfrutar de La Renga, solo el tiempo dirá si las autoridades lograrán evitar el desastre en las rutas o si la ciudad se convertirá en un caos vehicular. Lo que está claro es que la presión está al máximo.