Emiliano “Dibu” Martínez podría estar rascándose la panza con la medalla del Mundial colgada en el cuello, pero no. El arquero marplatense quiere más, y no lo esconde: su nueva obsesión es arrebatarle a Chiquito Romero el récord de vallas invictas en la Selección. En una entrevista explosiva, el arquero confesó cómo le cambió la vida después de tocar el cielo con las manos en Qatar, pero también cómo la fama le arruinó cosas tan simples como subir a la calesita con su sobrina en Argentina. “Hemos sido felices sin nada, imaginate ahora”, tiró con sinceridad brutal.
Pero no todo es fiesta: el Dibu no se banca que lo encasillen por su show bajo los tres palos. “Adentro de la cancha muero por ganar, pero afuera soy un tipo normal. Me da igual lo que digan”, disparó. Con Aston Villa cerca de clasificarse a Champions, pero sin títulos, el arquero se puso la vara más alta que nunca: ya rompió el récord de minutos sin goles, ganó lo más importante que se puede ganar, pero quiere más. “Quiero dejar la vara bien alta. Que el próximo tenga que romperse el alma para superarme”, sentenció como quien deja testamento en el arco de la Bombonera.
Y por si fuera poco, dejó picando su futuro con la celeste y blanca. “Si salgo campeón otra vez, capaz es momento de dar un paso al costado”, soltó, como quien ya lo habló con la almohada. Sobre su presente en Inglaterra, fue claro: está orgulloso, pero no conforme. “Villa está en crecimiento, pero para pelear una Premier faltan años… y no sé si voy a estar”, dijo dejando abierta la puerta a un posible adiós. Porque si algo aprendimos del Dibu, es que cuando parece que llegó, ya está buscando el próximo arco que quiere cerrar.