Juan Pablo De La Hera, candidato a concejal por la Agrupación Comunal Transformadora (ACT), sorprendió al repetir su deseo de que esta elección traiga un “aire nuevo al Concejo Deliberante”. Se presentó como un edil ausente: está de licencia desde hace meses y, aunque le tocó asumir la banca en varias oportunidades, siempre optó por excusarse y delegar su lugar.
La trayectoria de De La Hera en el Concejo es cuanto menos curiosa: cada vez que debió reemplazar a Juan Pedro Arabarco, pidió licencia; lo hizo en mayo, agosto y nuevamente en noviembre de 2024, y hasta tras la renuncia definitiva de Arabarco siguió esquivando el mandato. Su banca fue ocupada por Rosario Roldán mientras él “no quiso asumir” reiteradamente
Hoy reaparece como candidato —deseando renovar el espacio que él mismo dejó vacío— y asegura que “la banca no es de una persona, es del partido”. Mientras reparte tortas fritas y promesas, su historial plantea la pregunta: ¿puede renovarse algo cuando quien habla jamás ejerció lo que prometió?