Con el grito del campo sonando fuerte, el municipio de Necochea salió a apagar el incendio: el EMSUR, apurado por los reclamos de vecinos y productores, lanzó una cruzada para emparchar los caminos rurales que estaban más rotos que promesa de campaña. Después de meses de inacción y tierra suelta, ahora se muestran “ocupados” trabajando en una docena de tramos clave, para que las escuelas rurales no queden aisladas y los tractores no terminen empantanados.
Desde Juan N. Fernández hasta Claraz, pasando por La Dulce y Media Agua, las máquinas municipales comenzaron a dar señales de vida con bacheos, alteos y repasos. Incluso metieron mano en el deteriorado Camino Provincial 076-03, donde aseguran que hicieron una “reconstrucción integral” —aunque los vecinos piden verlo para creerlo. Mientras tanto, los productores siguen mirando el pronóstico y cruzando los dedos para que no llueva antes de que terminen.
Las tareas, dicen, se hacen “con maquinaria propia” y en coordinación con delegaciones. Pero la pregunta flota en el aire: ¿esto es parte de una solución sostenida o simplemente un parche más antes de las elecciones que se vienen? Por ahora, los pozos se tapan… pero el malestar rural sigue sin cubrirse.