En plena madrugada y con sigilo absoluto, un ladrón pensó que podía hacer de las suyas llevándose tablones y caños de un terreno descampado. Pero lo que no sabía era que sus movimientos eran seguidos en tiempo real por las cámaras del Centro de Monitoreo municipal. En menos de lo que canta un gallo, el operador de turno dio aviso a la Policía y el plan delictivo quedó trunco.
Gracias a una maniobra quirúrgica, un patrullero llegó a la zona sin sirenas ni luces, sorprendiendo al sospechoso justo cuando intentaba escapar con el botín al hombro. La persecución duró apenas unos metros: fue interceptado y reducido antes de que pudiera perderse entre la oscuridad. Todo quedó registrado por el sistema de videovigilancia, que una vez más demostró que tiene ojos en todas partes.
Desde el entorno del intendente Arturo Rojas celebraron el éxito del operativo como muestra de que el trabajo conjunto entre tecnología y prevención da resultados concretos. Mientras el ladrón pasará la noche entre rejas, en el municipio aseguran que seguirán apostando fuerte a una ciudad con menos delitos y más cámaras que nunca.