Necochea amaneció con sirenas, patrulleros y más tensión que final de novela: tres allanamientos simultáneos reventaron una banda que venía robando a lo grande y, como si fuera poco, también traficaba droga. La Policía dio el golpe tras semanas de trabajo silencioso y ahora dos sujetos están tras las rejas… aunque uno sigue suelto y con el handy policial que usaba para espiar.
El operativo, dirigido por la Comisaría Primera y autorizado por el Juzgado de Garantías N°1, se desplegó en la calle 88 al 4100 y en dos puntos calientes de la calle 71 entre 84 y 86. En uno de los domicilios no encontraron al imputado, pero sí un festival de objetos robados: desde electrodomésticos hasta sombrillas y conservadoras. En otro, atraparon a uno de los cerebros del delito y le incautaron más mercadería robada, droga y celulares. Nada mal para una jornada laboral policial.
Pero lo más jugoso fue en el terreno lindero: un Volkswagen Polo gris que huele a traslado de botín y un handy con frecuencia policial, ideal para esquivar patrulleros y jugar al agente encubierto. Ahora todo está en manos de la UFI N°30, que no descarta más sorpresas. La trama recién empieza y en Necochea, parece, el crimen ya venía con manual y frecuencia incluida.