Una mañana agitada en la calle 18 al 3100 terminó con sirenas, esposas y una buena lista de objetos robados recuperados. La Policía local, a través del G.T.O. de la Comisaría Tercera, irrumpió en una vivienda y logró esclarecer tres robos que venían sacando el sueño a varios vecinos.
El allanamiento fue el broche de oro de una investigación quirúrgica: cámaras, datos y vigilancia silenciosa llevaron a los agentes hasta el sospechoso, que ya había sido pescado días atrás paseando con una mochila cargada de evidencia. En la casa, encontraron desde ropa robada hasta herramientas escondidas en una conservadora. Sí, el ladrón creía que su heladera era una caja fuerte.
Ahora, el acusado descansa tras las rejas mientras los fiscales de Necochea (de las unidades 1, 3 y 20) revisan los detalles. El barrio respira un poco más tranquilo… y los chorros, una vez más, aprenden que no hay escondite para tanto prontuario.