Necochea está en vilo por el escandaloso caso de Lucas Acosta, abogado y empleado judicial, que brilla por su ausencia donde más debería estar: en el banquillo de los acusados. Acusado de violencia de género, amenazas y lesiones contra su ex pareja, el letrado fue declarado prófugo tras esquivar una y otra vez su cita con la Justicia. El juez Ernesto Juliano volvió a firmar la orden de detención, decidido a poner fin a esta vergonzosa fuga con toga.
La estrategia del silencio parece ser el único argumento de defensa de Acosta, que desde 2023 no hace más que esquivar el juicio oral como si fuera una audiencia de rutina. Mientras tanto, su puesto en el Ministerio Público Fiscal quedó en pausa, pero el escándalo no descansa. La Justicia ya le había prohibido salir del país y ahora redobla la apuesta: si lo ves, llamá al 911. Un cartel de “Se busca” no le vendría mal.
El caso es un golpe a la credibilidad del sistema judicial local: un abogado, parte del engranaje de la ley, ahora convertido en prófugo de ella. ¿Hasta cuándo podrá esconderse? La comunidad exige respuestas y justicia, y el tribunal promete no parar hasta sentarlo donde corresponde: frente al estrado.