César Arrieta salió fortalecido de la Asamblea de la Usina Popular Cooperativa y continuará otro período al frente de la conducción. Sin rivales a la vista y con lista única, el actual presidente fue ratificado en el cargo en un encuentro que reunió a delegados de Necochea, Quequén y Lobería. El balance fue aprobado y la renovación de autoridades cerró con un resultado cantado.
Con tono triunfal, Arrieta aseguró que “fue un año muy positivo”, al tiempo que anunció la repotenciación de la planta SeRAQ en Quequén, que pasará de generar 15 a 60 megas. Según sus proyecciones, esta obra permitirá vender energía, atraer inversiones y crear entre 3.000 y 4.000 puestos de trabajo, beneficiando a más de 10.000 personas en la región. Una promesa ambiciosa que despierta ilusión, pero también escepticismo en parte de la comunidad.
El dirigente también respaldó la instalación de la maltera y pidió “dejar los egoísmos de lado” para apostar al empleo. Con la agrupación Azul y Naranja otra vez en control, la Usina se prepara para encarar proyectos que podrían cambiar la matriz productiva local. Ahora, todas las miradas apuntan a si Arrieta cumplirá con las expectativas o si será otra gestión cargada de anuncios rimbombantes que nunca terminan de concretarse.