Una escena digna de película de samuráis sacudió el barrio de calle 83 y 62 en Necochea, cuando un hombre desenvainó su furia contra un trabajador de la Usina Popular Cooperativa que intentaba retirar un medidor eléctrico por falta de pago. El agresor, ni lento ni perezoso, salió de la casa empuñando una katana casera de ¡90 centímetros de filo! y lo amenazó como si se tratara de una batalla de honor.
No conforme con el show de acero, el sujeto—pareja de la dueña de casa—también descargó su bronca contra el móvil oficial: le propinó un sablazo al capó y le dejó una abolladura que ni el chapista más zen puede disimular. El trabajador escapó ileso, pero el susto fue nivel “final boss”.
La policía no tardó en actuar: allanaron la casa y encontraron la espada del terror. El hombre fue detenido y ahora enfrenta cargos por “Daños y amenazas”. El caso quedó en manos de la UFI N°3, pero en el barrio ya lo apodan “el Samurai de la 83”.