En plena campaña, el municipio de Necochea decidió vender como un “gran avance social” lo que no pasa de ser una plantación de eucaliptus en el Parque Miguel Lillo. Con bombos y platillos, presentaron la idea de producir leña “para fines sociales” dentro de seis años. Sí, seis años. Una promesa más que suena más a campaña desesperada que a una solución real para los problemas que viven hoy los vecinos.
Funcionarios y organizaciones alineadas al oficialismo posaron felices, hablando de sustentabilidad, inclusión y planificación, como si estuvieran inaugurando un mega proyecto. La realidad es otra: plantar árboles y prometer toneladas de leña a futuro no resuelve las calles rotas, el hospital colapsado ni la inseguridad que sufren a diario los necochenses. Mientras tanto, el intendente intenta maquillar con actos verdes una gestión que en seis años dejó más dudas que resultados.
La puesta en escena deja en claro una sola cosa: ya no saben qué inventar para hacer campaña. Si antes fueron fotos con maquinaria, después promesas de obras y ahora plantar arbolitos para leña, lo único constante es la falta de respuestas concretas. Los vecinos no necesitan slogans reciclados ni promesas a largo plazo: necesitan soluciones hoy, no dentro de seis años.