QUEQUÉN — En una escena digna de película policial, la mañana del martes arrancó con sirenas y corridas en la calle 556 al 1200. Agentes de la Comisaría Segunda de Necochea irrumpieron en una vivienda mientras la ciudad dormía, ejecutando un allanamiento relámpago que terminó con un menor de 15 años detenido y una pila de objetos robados recuperados.
El botín era tan variado como insólito: desde una bicicleta rodado 29, reposeras de playa y herramientas, hasta un secarropa, un vanitory completo y hasta la ropa usada durante el golpe. Todo esto habría sido sustraído en junio, mientras el dueño de casa —un hombre de 67 años— se encontraba fuera de la ciudad. Fue un vecino el que dio la voz de alerta tras notar una ventana violentada.
Gracias a una investigación meticulosa, que incluyó el trabajo conjunto de la UFI N°4 de Minoridad, se logró dar con el paradero del sospechoso y cerrar el caso. El menor fue trasladado a la comisaría junto a un adulto responsable, pero el operativo dejó una cosa clara: en Quequén, el que la hace, la paga… aunque tenga 15 años.