Sergio Melgarejo, flamante candidato a concejal por Nueva Necochea, pasó por la radio para explicar que “el concejal debe estar en la calle” y que la gente “lo conozca”. Lástima que este súbito amor por el barro, el colectivo y las charlas vecinales aparezca justo ahora, en campaña. Durante años, los vecinos esperaron ver a sus representantes escuchando reclamos y no solo sacándose la foto cuando hay votos en juego.
Entre elogios desmedidos al intendente Arturo Rojas —quien, según él, “ha estado en todos los barrios”—, Melgarejo repitió el libreto oficialista: calles iluminadas, luminarias nuevas y “cambios” que solo parecen llegar a cuenta gotas y en plena temporada electoral. Mientras tanto, la realidad sigue siendo calles de tierra abandonadas, baches eternos y barrios donde la inseguridad manda más que la Municipalidad.
Prometer que después del 7 de septiembre va a “caminar y golpear la puerta del vecino” suena a chiste si se recuerda que esa es, justamente, la tarea para la que se cobra como concejal. El problema no es que salgan a la calle ahora: es que se acuerdan de hacerlo cuando huele a urnas y se olvidan apenas guardan la banda de candidato en el placard.