📉 El campo festeja… pero la soja queda mirando desde el alambrado

Luis Caputo, el mago de la motosierra económica, anunció que seguirán las rebajas de retenciones para el trigo y la cebada hasta marzo de 2026. Los exportadores de cosecha fina descorchan champagne, mientras que la soja, el maíz y el girasol vuelven a la vieja rutina: pagar como si fueran culpables de todos los males del país. A partir del 1 de julio, estos productos volverán a tributar con los mismos porcentajes de principio de año, como si el reloj jamás hubiera avanzado.

Desde CIARA, los muchachos del aceite y el grano, aplaudieron la medida para los que ligaron la baja, pero dejaron claro que la película está incompleta sin la “reina soja” y sus compañeras. Porque, aunque no les guste decirlo fuerte, los granos que quedaron afuera son los que realmente mueven la aguja en exportaciones y dólares. Solo con sus derivados, estamos hablando de unos 4.000 palos verdes por año. Nada mal para quedar afuera de la foto.

Mientras tanto, los números de abril dejaron a más de uno con la mandíbula floja: US$ 2.524 millones en liquidaciones y un subidón de más del 30% respecto al año pasado. Parece que, una vez más, el Gobierno apuesta a que una buena cosecha le salve las papas. Pero cuidado: si a la soja le siguen cobrando como si fuera un lujo, tal vez decida guardarse en el silo bolsa y mirar el partido desde el banco.