Mientras los vecinos de Necochea y Quequén se hunden —literalmente— en el barro, el municipio de Arturo Rojas sigue posteando emojis de máquinas viales como si fuera un videojuego. Las lluvias volvieron a desnudar una verdad que ni la tosca ni el maquillaje de campaña pueden tapar: las calles están detonadas, los barrios periféricos olvidados y el famoso “plan integral” brilla más por su eslogan que por sus resultados. La maquinaria oficial parece trabajar más para Instagram que para la gente.
Desde EMSUR repiten que “la lluvia no da tregua”, pero a esta altura del partido, el problema no es el clima… es la falta de gestión. Hay zonas donde no pasa una motoniveladora desde hace un año. Pozos, barro, zanjones sin limpiar, calles que son ríos. ¿El colmo? En verano, la misma tosca que prometen como solución se convierte en polvo tóxico. Es decir, si no te hundís, te lo respirás.
Mientras Lobería y San Cayetano renuevan flotas y avanzan con obras reales, Necochea recién habilita un leasing a mitad de año y con suerte. En campaña, la Municipalidad agradece “la paciencia” de los vecinos. Pero el barro no se barre con palabras. Después de casi dos mandatos, lo que no se hizo no se esconde con una selfie. Y la gente ya no se come el cuento de “a toda máquina”… cuando la máquina ni arranca. 🛠️🌧️🚫