La política argentina volvió a explotar por los aires. Luego de que Javier Milei acusara a Mauricio Macri de pactar con Cristina Kirchner para voltear la ley de Ficha Limpia, el expresidente no se quedó callado y le pegó sin filtro: “Tus declaraciones son una alucinación seria. No puedo creer lo poco que me conocés”. La furia libertaria chocó de frente con el orgullo macrista y el fuego cruzado está servido.
Silvia Lospennato, apuntada por el Gobierno como beneficiaria electoral del fracaso del proyecto, se despachó con un video demoledor: “Lo suyo, Presidente, no es solo mentira, es autodelirio. Ficha Limpia era un reclamo ciudadano, usted tenía que hacerlo ley y falló”. La diputada, que competirá en las legislativas porteñas contra el vocero Adorni, acusó a Milei de buscar fantasmas para tapar su responsabilidad y de usar operaciones berretas como escudo.
Todo estalló tras el rechazo del Senado, cuando dos senadores misioneros dieron el giro final y enterraron el proyecto que ponía en jaque la candidatura de Cristina. Desde entonces, las acusaciones volaron: Milei acusó un pacto “Macri-K”, el PRO lo mandó al diván, y los analistas ya anticipan una batalla sin tregua entre dos espacios que, hasta hace poco, se disputaban el mismo electorado. La pregunta es: ¿quién queda más herido en esta guerra de egos, traiciones y urnas calientes?