¡Blanco el humo, blanca la alegría! Este jueves, el mundo contuvo la respiración cuando la chimenea de la Capilla Sixtina escupió la famosa fumata blanca: los 133 cardenales encerrados en modo reality celestial llegaron a un acuerdo y eligieron al nuevo líder de la Iglesia Católica. En pleno segundo día del cónclave, y tras varios votos fallidos, por fin gritaron “Habemus Papam” y las campanas de San Pedro lo confirmaron: hay sucesor de Francisco.
La expectativa es global y las especulaciones vuelan más rápido que los drones de los canales de TV. ¿Quién es el elegido? ¿Un conservador recargado, un progresista silencioso o una sorpresa que nadie vio venir? Por ahora, el nombre sigue bajo siete llaves, pero en minutos se abrirá el balcón más famoso del planeta y el mundo entero sabrá quién será el nuevo rostro del Vaticano.
Con la plaza de San Pedro colmada de fieles, curiosos, cámaras y banderas, el anuncio oficial se vive como un evento de proporciones olímpicas. Mientras tanto, el humo blanco ya dio su veredicto: la silla de Pedro tiene nuevo dueño. Solo resta ver si viene con aire fresco… o con receta vieja en paquete nuevo.