Un impacto de Bennu podría sumir al planeta en un invierno prolongado

Un reciente estudio publicado en la revista Science Advances alerta sobre las graves consecuencias que tendría el impacto del asteroide Bennu en la Tierra. Según los investigadores, la colisión de este cuerpo celeste de aproximadamente 500 metros de diámetro generaría una enorme cantidad de polvo y escombros en la atmósfera, reduciendo la luz solar y provocando un descenso global de las temperaturas de hasta 4 grados centígrados. Este fenómeno, conocido como “invierno de impacto”, podría extenderse entre tres y cuatro años, afectando la estabilidad climática y la producción de alimentos a nivel mundial.

Los expertos del Centro de Física del Clima de la Universidad Nacional de Pusan ​​(Corea del Sur) han modelado los posibles efectos de este escenario catastrófico. Se estima que el impacto liberaría entre 100 y 400 millones de toneladas de partículas en suspensión, reduciendo significativamente la radiación solar que llega a la superficie terrestre. Como resultado, habría una disminución del 15 % en las precipitaciones y un debilitamiento drástico en la capa de ozono, lo que aumentaría la exposición a la radiación ultravioleta. Además, la fotosíntesis se vería comprometida, lo que pondría en riesgo la seguridad alimentaria de la población.

A pesar del sombrío panorama, el estudio destaca un efecto inesperado en los océanos. Dependiendo de la composición del asteroide, el hierro liberado podría estimular el crecimiento del fitoplancton en ciertas regiones marinas, favoreciendo la proliferación de diatomeas. Sin embargo, los investigadores advierten que sus modelos no contemplan otros factores que podrían agravar el impacto climático, como incendios forestales o erupciones volcánicas inducidas. Aunque la probabilidad de que Bennu colisione con la Tierra en 2182 sea de apenas 1 en 2.700, los científicos subrayan la importancia de continuar estudiando estrategias para mitigar riesgos asociados a este tipo de amenazas espaciales.