En una escalada del conflicto, Ucrania realizó este sábado un ataque con drones que afectó la ciudad de Kazán, en la región rusa de Tartaristán, situada a más de 1.000 kilómetros de la línea de combate. Según autoridades locales, ocho drones participaron en el ataque, impactando edificios residenciales, una instalación industrial y un río. Este evento marca uno de los movimientos más audaces de Ucrania en territorio ruso desde el inicio de la guerra.
El gobernador de Tartaristán, Rustam Minnikhanov, informó que seis de los drones impactaron edificios residenciales, uno alcanzó una instalación industrial y otro fue derribado sobre un río. Las autoridades indicaron que no hubo víctimas, pero los vuelos en el aeropuerto de Kazán fueron suspendidos y se cancelaron reuniones públicas programadas para el fin de semana. Imágenes del ataque, difundidas en canales locales de Telegram, mostraron un dron aproximándose a un edificio de gran altura antes de impactar.
Mientras tanto, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, condenó las recientes agresiones rusas, instando a la comunidad internacional a no tolerar lo que calificó como “terrorismo cotidiano” por parte de Moscú. Zelensky destacó la necesidad de más sanciones contra Rusia y pidió a los aliados occidentales fortalecer la entrega de sistemas de defensa aérea y armamento avanzado para proteger a Ucrania.
Por otro lado, Rusia intensificó sus ataques contra Ucrania en las últimas horas, utilizando drones y misiles de alta precisión en diversas regiones, incluidas Kiev y Zaporizhia. Los ataques han generado daños en edificios y embajadas extranjeras en la capital ucraniana, lo que provocó condenas internacionales. En respuesta, Ucrania reafirma su compromiso de resistir y buscar apoyo internacional para contrarrestar las ofensivas del Kremlin.