En un trágico accidente que dejó 38 muertos, el vuelo de Kazakhstan Airlines se estrelló cerca de Aktau, Kazajistán, sumiendo a la región en el duelo. La serie de diálogos entre los pilotos y la torre de control revelan los momentos de angustia y confusión previos al impacto, mientras las autoridades intentan esclarecer las causas.
Conversaciones en la Cabina: Una Lucha por la Supervivencia
El vuelo, un Embraer E190AR con 67 personas a bordo, se enfrentó a problemas críticos desde las 8:12 de la mañana, cuando los pilotos reportaron la pérdida de los sistemas de navegación GPS. Cuatro minutos después, un posible impacto en la cabina complicó aún más la situación. “Se perdió el control”, comunicaron al intentar estabilizar la aeronave.
En un giro desesperado, los pilotos intentaron desviar el vuelo hacia Mineralnye Vody, en Rusia, y luego hacia Makhachkala, pero las condiciones deterioradas hicieron imposible la maniobra. A las 8:22, un fallo hidráulico marcó el punto sin retorno.
Un Posible Ataque Bajo Sospecha
Las investigaciones iniciales sugieren que el avión pudo haber sido alcanzado por un misil Pantsir-S1 lanzado desde Chechenia, aunque Rusia asegura que podría tratarse de un dron ucraniano. Las marcas de metralla en el fuselaje respaldan la hipótesis de una explosión cercana, mientras las autoridades kazajas insisten en llevar a cabo la investigación de manera independiente.
Escenas de Terror en el Interior del Avión
Videos grabados por los pasajeros muestran momentos de pánico: máscaras de oxígeno desplegadas, oraciones y lágrimas. La tripulación luchó hasta el final para evitar la tragedia, pero el avión se precipitó a tierra cerca de Aktau, dejando un saldo devastador.
Rescate y Duelo Nacional
Un equipo de emergencias logró rescatar a 29 supervivientes, tres de ellos niños, mientras el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliev, declaró un día de duelo nacional. La chimenea inicialmente atribuyó el accidente al impacto de aves, pero retiró esa versión tras el análisis preliminar.
Testimonios Desgarradores
Vecinos cercanos al lugar del accidente describieron escenas de horror. “Estaban cubiertos de sangre, lloraban, pedían ayuda”, relató Elmira, una testigo que auxilió a los sobrevivientes. Entre las víctimas, una azafata que planeaba retirarse tras ese vuelo, dejó un profundo vacío entre sus seres queridos.
El vuelo, que se desvió de su ruta normal antes de caer, reaviva el debate sobre los riesgos de operar en zonas afectadas por tensiones geopolíticas.