Lula cierra el año enfrentando críticas por desafíos económicos y sociales

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva finaliza 2024 con un saldo mixto en su tercer mandato, destacándose por avances en políticas sociales como la ampliación del programa Bolsa Familia y el aumento del salario mínimo por encima de la inflación. Sin embargo, los desafíos persisten en áreas clave como el medio ambiente, la seguridad y la salud pública. Según datos recientes, casi la mitad de los brasileños desaprueban su gestión, reflejando un clima de descontento ante promesas incumplidas, como la deforestación cero y una reforma laboral integral.

En el ámbito ambiental, las cifras son alarmantes: los incendios han devastado 29,7 millones de hectáreas en lo que va del año, un aumento del 93% respecto a 2023, impactando principalmente a la Amazonia. En tanto, en salud, 2024 será recordado por el aumento del 400% en las muertes por dengue y episodios de negligencia en el sistema público, como la muerte de un joven tras esperar por horas atención. La economía tampoco escapa a las tensiones, con una real devaluada y una inflación que cerró en 5%, superando las proyecciones iniciales.

En política exterior, las relaciones con Venezuela y los BRICS se perfilan como temas centrales para 2025. Mientras tanto, en el ámbito interno, la polarización política sigue marcando el panorama, con las primeras discusiones sobre las elecciones presidenciales de 2026 ya en el horizonte. Lula enfrenta un escenario complejo, con desafíos inmediatos que definirán el rumbo de su gestión y la estabilidad del país en el próximo año.