LLegó a su fin el caso PELICOT

El mediático caso de Gisèle Pelicot, conocido también como el “caso de las violaciones de Mazan”, llegó a su fin este jueves con la emisión de las condenas para los 51 acusados. El juicio, que tuvo lugar en el tribunal de Aviñón, Francia, reveló una trama de abusos sistemáticos sufridos por Pelicot durante casi una década, entre 2011 y 2020. Los delitos fueron orquestados por su esposo, Dominique Pelicot, quien la drogaba y permitía que otros hombres abusaran de ella mientras grababa las agresiones sin su consentimiento. Esta situación desató la indignación de la opinión pública y generó una gran atención mediática.

El total de las penas dictadas supera los 400 años de prisión, una cifra inferior a los 652 años que había solicitado la Fiscalía. Dominique Pelicot recibió la condena máxima de 20 años de prisión por los delitos de violación agravada, intento de violación y la filmación y posesión de material sexual no consentido, incluidas imágenes de su hija y sus nueras. Junto a él, otros 50 hombres recibieron penas que van desde los 3 hasta los 20 años de prisión, según la gravedad de los delitos cometidos. Seis de los acusados fueron liberados, ya sea porque cumplieron la pena en prisión preventiva o porque no se reconocieron ciertos cargos.

Las condenas se impusieron por delitos de violación agravada, intento de violación, agresión sexual y la posesión de material de pornografía infantil. Entre los condenados se encuentran figuras que generaron especial atención mediática, como un periodista de Aviñón y un bombero de Nord-Vaucluse, ambos sentenciados a penas de 8 y 9 años de prisión, respectivamente. Además, 38 de los 51 acusados deberán registrarse en el Fichier des auteurs d’infractions sexuelles ou violentes (Fijais), una base de datos de delincuentes sexuales y violentos que les impone restricciones adicionales para evitar el contacto con menores y la reincidencia en estos crímenes.

El veredicto generó reacciones encontradas entre los familiares de la víctima y las asociaciones de defensa de los derechos de las mujeres, quienes consideraron que algunas condenas fueron demasiado indulgentes en relación con la magnitud de los crímenes cometidos. La abogada de Gisèle Pelicot señaló que, a pesar de que se hizo justicia con la condena de Dominique Pelicot, las penas impuestas a otros acusados no alcanzaron la severidad que se esperaba. Por su parte, el tribunal justificó la diferencia de penas en función de la participación de cada acusado en los hechos. Este caso ha reavivado el debate en Francia sobre la necesidad de endurecer las penas por delitos sexuales y reforzar los mecanismos de protección a las víctimas.