Balcarce amaneció sacudida por un escándalo que hiela la sangre: la Justicia de Mar del Plata abrió una investigación urgente tras la circulación de audios en los que se oyen gritos, insultos y amenazas dirigidas a chicos alojados en un hogar convivencial. El material, ya incorporado al expediente, disparó la intervención de los fiscales y encendió todas las alarmas sobre el trato que recibían los menores en la institución.
En el centro del caso aparecen dos mujeres —la presidenta de la entidad que administra el hogar y una empleada— que deberán presentarse a declarar por presuntas amenazas y coacción. Los registros son descritos por los investigadores como escenas de extrema tensión emocional, con llantos de fondo y advertencias intimidantes, lo que habría afectado al menos a niños de entre 10 y 12 años. La causa quedó radicada en Mar del Plata y avanza a paso firme.
Mientras la investigación penal toma velocidad, la Justicia de Familia ordenó medidas de protección inmediatas: las personas señaladas y otros empleados no podrán acercarse a los chicos. Además, organismos municipales y zonales fueron notificados para garantizar el resguardo integral de los menores. El impacto ya tuvo consecuencias institucionales: una cooperativa local decidió cortar vínculos profesionales con una de las implicadas. La lupa judicial sigue puesta y Balcarce espera respuestas.