Un informe reciente de la Universidad de Harvard reafirma la importancia de incluir legumbres en la alimentación diaria debido a su alto contenido en fibra y proteínas. Garbanzos, lentejas y porotos no solo ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre, sino que también favorecen la sensación de saciedad, lo que los convierte en aliados para mantener un peso saludable. Su versatilidad en la cocina y su impacto positivo en la salud los han posicionado como una opción ideal para mejorar la calidad nutricional de la dieta.
El estudio señala que el consumo regular de legumbres puede reducir el colesterol y disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, su bajo índice glucémico las hace recomendables para personas con diabetes o con predisposición a desarrollar esta enfermedad. Investigaciones recientes sugieren que sustituir parte de las proteínas animales por vegetales, como las legumbres, puede generar un impacto positivo en la salud metabólica y cardiovascular.
Los expertos en nutrición coinciden en que la promoción de una alimentación más basada en plantas es clave para mejorar la salud pública. Las legumbres, además de ser accesibles y económicas, tienen un bajo impacto ambiental, lo que refuerza su valor en la alimentación del futuro. La tendencia global hacia dietas más equilibradas sigue en crecimiento, y cada vez más estudios respaldan la necesidad de dar mayor protagonismo a los alimentos de origen vegetal en el día a día.