Un verdadero escĂĄndalo sacude las filas de la PolicĂa Bonaerense: 24 efectivos fueron separados tras ser acusados de jugar a dos puntas. SegĂșn el ministro de Seguridad Javier Alonso, algunos uniformados habrĂan montado una especie de âconsultora polĂticaâ desde dentro de la fuerza, filtrando datos sensibles de operativos a legisladores de La Libertad Avanza. âNo es por lo que piensan, es por lo que hicieron⊠y lo que hicieron estĂĄ prohibidoâ, dijo el funcionario, mĂĄs tenso que patrullero sin sirena.
La bomba explotĂł cuando una denuncia anĂłnima encendiĂł todas las alarmas: reuniones secretas, acceso a computadoras oficiales, uso de oficinas para actos partidarios y vĂnculos personales con el ahora candidato libertario Maximiliano Bondarenko, un excomisario que, segĂșn Alonso, ascendiĂł como cohete en seis años lo que a otros les lleva treinta. âMĂĄs casta que eso, imposibleâ, lanzĂł el ministro con ironĂa quirĂșrgica.
La ministra Bullrich no tardĂł en entrar al ring y acusĂł a Kicillof de odiar a la policĂa. Pero Alonso esquivĂł el golpe y defendiĂł la limpieza interna: âAcĂĄ no hay caza de brujas. Hay reglas. Y si alguien las rompe, se vaâ. Por ahora, los policĂas quedaron en disponibilidad mientras Asuntos Internos y delitos informĂĄticos rastrillan pruebas. Lo que sĂ estĂĄ claro: en la Bonaerense, hay quienes confundieron la libreta de patrullero con el libreto de campaña.