¡Axel Kicillof encendió la mecha! El gobernador bonaerense le disparó con todo al FMI y exigió que se investigue a su titular, Kristalina Georgieva, por haber opinado sobre las elecciones argentinas. Según el mandatario, la jefa del Fondo cruzó todos los límites al pedir que “no se salga del camino”, en una clara señal —dice él— de favoritismo político.
En una carta fulminante, Kicillof acusó a Georgieva de violar la neutralidad del FMI y de herir la soberanía nacional. Como si fuera poco, la denunció por posar en una foto oficial luciendo un pin partidario ligado a La Libertad Avanza. “¡Un escándalo internacional!”, bramó, y exigió una rectificación inmediata y una investigación que podría terminar en su remoción.
Mientras tanto, el FMI, a las corridas, intentó apagar el incendio: aclaró que “no toman partido” y que todo fue un simple mensaje sobre “continuidad de políticas”. Pero el daño ya está hecho: Kicillof ya soltó a los perros… y promete no dejarlo pasar.