En Argentina, más de la mitad de los trabajadores jóvenes (entre 18 y 24 años) se encuentran en la informalidad laboral, sin acceso a derechos fundamentales como aportes jubilatorios, licencias pagas y cobertura de salud. Según un informe del primer trimestre de 2024, el 56,7% de estos trabajadores no están registrados, aunque la cifra muestra una mejora con respecto al 63% del año anterior.
Este problema está relacionado con varios factores estructurales, como la falta de crecimiento económico y de incentivos para la formalización laboral en los últimos años. Además, los costos laborales elevados y la falta de experiencia de los jóvenes dificultan su contratación formal, especialmente en empresas pequeñas. También influye la percepción de los propios trabajadores, quienes no siempre valoran los beneficios de estar registrados, priorizando el salario inmediato y la flexibilidad laboral.
Para mejorar la situación, los expertos sugieren reformas estructurales como reducir los impuestos al trabajo, especialmente para los salarios bajos, y promover una mayor educación y concientización sobre los beneficios de la formalización. Además, se destaca que la formalidad en el empleo depende en gran medida del nivel educativo, siendo la informalidad mucho mayor entre aquellos con baja educación.