El Gobierno se prepara para recibir tres datos determinantes que influirán en la definición de su estrategia económica de cierre de año y el inicio de 2025. Estos indicadores podrían marcar la velocidad de los próximos pasos en el plan económico, en particular la esperada reducción del ritmo de la devaluación mensual del tipo de cambio hacia el 1%.
1. Inflación Mayorista (IPIM)
El primer dato clave es la inflación mayorista, que se conocerá este lunes. Este indicador ha ganado relevancia, ya que el Gobierno lo utiliza para evaluar la velocidad de los aumentos en los bienes, especialmente aquellos con componentes importados, y su posible impacto en la decisión de modificar el esquema cambiario. En octubre, la inflación mayorista fue de 1,2%, mientras que para noviembre se espera un aumento cercano al 1,6%.
La consultora LCG explicó que “el crawling del 2% mensual sobre el dólar oficial y la reducción de la brecha cambiaria moderan los aumentos en el IPIM, tanto por el efecto directo en los bienes importados como por los insumos nacionales con componentes importados”.
2. Resultados Fiscales de Noviembre
El segundo dato clave será el resultado fiscal de noviembre, que se conocerá el miércoles. Este dato mostrará cuánto margen de superávit primario tiene el Gobierno antes de enfrentar los mayores gastos de diciembre, como el pago de aguinaldos y el cierre de ejecuciones presupuestarias.
Hasta ahora, los datos preliminares indican que el ritmo del ajuste fiscal fue más leve que en meses anteriores. Según la consultora Analytica, la contracción interanual del gasto en noviembre fue del 19%, la más baja desde el inicio de la gestión de Javier Milei. Los gastos en jubilaciones y pensiones comenzaron a generar una mayor presión fiscal, y se espera que el superávit primario ronde los $1,9 billones (equivalente al 0,1% del PBI). LCG también proyectó un resultado financiero positivo, aunque con un menor margen debido a los intereses de la deuda, que incluyeron un pago de USD 750 millones al FMI.
3. Balanza Comercial de Noviembre
El tercer indicador relevante es el saldo de la balanza comercial de noviembre. Se espera un resultado positivo de unos USD 600 millones, una cifra menor a los USD 1.600 millones mensuales que se habían promediado hasta octubre. Esta caída ha encendido las alarmas en algunas consultoras, que advierten que un tipo de cambio retrasado podría generar un menor ingreso de divisas y un aumento en las importaciones.
Hacia la Reducción de la Devaluación Mensual
El análisis de estos tres indicadores será crucial para la definición de la política cambiaria. El ministro de Economía, Luis Caputo, ya anticipó la intención de reducir el ritmo de devaluación mensual al 1%. Este ajuste está vinculado con la desinflación y la convergencia del dólar paralelo con el dólar oficial, algo que, según el presidente Javier Milei, nunca había ocurrido en la historia económica argentina.
El presidente destacó que “esta convergencia nos acerca cada día un poco más a la salida definitiva del cepo cambiario, una aberración que nunca debería haber ocurrido y que, con nosotros, se va a terminar el año que viene y para siempre”. Para lograr esta meta, el Gobierno busca recomponer las reservas del Banco Central mediante un nuevo acuerdo con el FMI y/o financiamiento de inversores privados.
Los tres indicadores clave -inflación mayorista, resultado fiscal y balanza comercial- determinarán la estrategia económica del Gobierno para cerrar 2024 e iniciar 2025. La decisión de reducir el ritmo de la devaluación mensual al 1% está atada a la evolución de estos datos, así como a la necesidad de recomponer las reservas del Banco Central para garantizar una transición ordenada hacia la salida del cepo cambiario.