El siempre filoso Juan Sebastián Verón volvió a estar en el centro de la escena, esta vez, por una provocadora declaración hacia Gimnasia y Esgrima La Plata tras la consagración de Estudiantes en el Trofeo de Campeones. El presidente del Pincha, desde la comodidad de su hogar, no perdió la oportunidad de arremeter contra su eterno rival en un video publicado en sus redes sociales.
El dardo directo al Lobo
“Sigan contando butacas y cordones pintados, que nosotros contamos campeonatos. Recién empezamos”, lanzó la Brujita, acompañado de un contundente “Ni un paso atrás”. La frase, que resonó con fuerza entre los hinchas, hacía referencia al constante cruce entre ambas parcialidades por el estado de sus estadios y las rivalidades barriales marcadas por postes y cordones pintados con los colores de cada club.
La chicana no es nueva, pero Verón la reavivó con estilo tras la contundente victoria 3-0 frente a Vélez en la final jugada en Santiago del Estero. Este título se suma a las vitrinas de Estudiantes, mientras Gimnasia sigue esperando por su primer campeonato de Primera División, una diferencia que el presidente pincharrata no dejó pasar por alto.
Un festejo familiar y pasional
Lejos de la cancha, Verón celebró desde su departamento en La Plata junto a su pareja, Valentina Martín, quien está en la recta final de su embarazo. A través de historias de Instagram, mostró cómo vibró con el partido y agradeció al equipo con un mensaje cargado de emoción: “¡Partidazo y merecido campeón! Gracias a todos los que hacen que el club camine día a día”.
No faltaron los cánticos de “Dale campeón” y hasta un grito que retumbó en la madrugada platense: “¡Vamos, Estudiantes!”, dejando en claro que la pasión por el Pincha trasciende la función dirigencial.
Rivalidad al rojo vivo
Mientras en Estudiantes los festejos no cesan, las palabras de Verón suman un nuevo capítulo a la histórica rivalidad con Gimnasia. Entre títulos y provocaciones, el clásico platense demuestra que la pasión y las chicanas están lejos de apagarse. ¿Responderá el Lobo? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: en La Plata, el fuego nunca se apaga.