Ni los rezos más fervientes lograron frenar al pronóstico: el famoso Vía Crucis Ribereño de Necochea fue cancelado por lluvias antes de que arrancara. El evento, que iba a desplegar su kilométrico recorrido desde el Puente Taraborelli este Viernes Santo, fue suspendido “por razones climáticas”, según explicó la Municipalidad. Todo el operativo de pintura, poda y arreglos quedó en pausa… y con olor a frustración.
Este clásico de Semana Santa, que promete 10 kilómetros de caminata espiritual entre barrancas y saltos de agua, venía siendo preparado al detalle. Nueve de las catorce estaciones ya estaban listas gracias al trabajo municipal, con la fe puesta en una jornada multitudinaria. Pero el cielo tenía otros planes, y las nubes le ganaron a la devoción.
Lo que iba a ser una fiesta religiosa y comunitaria, con colectivos gratis desde las parroquias y una logística a prueba de herejes, quedó en nada por culpa del clima. Organizadores, vecinos y creyentes ya miran el cielo rezando por mejor suerte el año que viene. Mientras tanto, la ribera del Río Quequén se quedó sola… con sus cruces recién pintadas y sin procesión.