“La guerra peronista: intendentes apuntan contra Máximo y buscan destronarlo del PJ bonaerense”

El terremoto electoral en la provincia de Buenos Aires dejó algo claro: en el peronismo ya no hay abrazos, hay dagas. Máximo Kirchner, hijo de la ex presidenta y jefe del PJ bonaerense, quedó en la mira de los intendentes aliados a Axel Kicillof, que ahora quieren bajarlo del sillón partidario antes de fin de año. La derrota frente al avance libertario desató una cacería interna de culpables y Máximo quedó en primera fila.

Desde el kicillofismo aseguran que el liderazgo del diputado se volvió una sombra sin acción: ni reuniones, ni conducción real, ni estrategia ganadora. Con nombres como Verónica Magario, Andrés “Cuervo” Larroque o incluso el propio Kicillof circulando como posibles reemplazos, los jefes comunales arman una ofensiva para que el heredero político de Cristina deje la camiseta a rayas y entregue las llaves del PJ provincial. Del otro lado, La Cámpora ya levantó el escudo y promete guerra para blindar a su líder.

Mientras vuelan las acusaciones cruzadas y afiches anónimos empapelan las sedes partidarias con mensajes como “Basta de herederos” y “El PJ no es tu juguete”, la interna se vuelve un espectáculo gladiador: Kicillofistas contra kirchneristas, peronistas contra peronistas. El mandato de Máximo vence en diciembre, pero la batalla ya empezó. Y si nadie afloja, el ring del PJ bonaerense promete más golpes que una campaña en año electoral.