El ministro Luis Caputo y el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, habrían cerrado en Washington los detalles de un ambicioso paquete de ayuda financiera que buscaría estabilizar la economía argentina. El acuerdo incluye un swap por 20.000 millones de dólares y sería presentado oficialmente por Donald Trump cuando reciba a Javier Milei el 14 de octubre en la Casa Blanca. La movida, según fuentes diplomáticas, apunta tanto a contener la crisis local como a reforzar la influencia estadounidense en la región.
Durante los últimos días, el equipo económico argentino mantuvo reuniones intensas con funcionarios del Tesoro, el Fondo Monetario Internacional y bancos internacionales como Citi y JPMorgan, que podrían actuar como intermediarios en la compra de bonos argentinos. El plan contempla inyectar liquidez al Banco Central sin aumentar la deuda pública, algo que el Gobierno de Milei considera clave para mantener su narrativa de equilibrio fiscal.
El anuncio del acuerdo, que llegaría con la venia de Kristalina Georgieva, marca un nuevo capítulo en la relación bilateral entre Buenos Aires y Washington. Desde la administración Trump aseguran que el objetivo va más allá del rescate financiero: también buscan atraer inversiones en sectores estratégicos como energía, minería y tecnología, desplazando la creciente influencia de China en el país. Por ahora, el tablero económico y geopolítico vuelve a moverse, y todos esperan el gesto oficial desde el Salón Oval.