“Osito” tras las rejas… pero en casa

Una vecina de Quequén, conocida en el barrio como “Osito”, fue sentenciada a cuatro años de prisión por vender drogas desde su propia casa. Sin embargo, no pisará una celda: la Justicia le concedió el beneficio del arresto domiciliario con pulsera electrónica, bajo un estricto régimen de control que incluye visitas mensuales al Patronato de Liberados y la prohibición de recibir a familiares o allegados vinculados a su causa.

La condena llegó tras un acuerdo de juicio abreviado que cerró la Fiscalía y la Defensoría Oficial, y que fue homologado por el Tribunal Criminal Nº 1. La investigación, que duró casi nueve meses, dejó en claro la operatoria de la mujer: visitas constantes a su vivienda, intercambios rápidos de dinero por drogas y hasta registros fílmicos de transacciones realizadas en plena calle. En los allanamientos se halló cocaína, elementos de corte y celulares que confirmaron la red de venta.

Todo comenzó con la denuncia anónima de un vecino, harto de la situación, que alertó que los clientes incluían incluso adolescentes de 13 a 16 años. Esa valentía disparó la intervención de la Policía Federal de Necochea y el seguimiento que terminó con la condena. Ahora, la pelota queda en la cancha de “Osito”: si incumple alguna de las condiciones, la domiciliaria se revocará y el resto de la pena deberá cumplirlo entre barrotes.