Rojas en modo desesperado: seis años de silencio y promesas a último minuto

Arturo Rojas cerró su campaña con un despliegue de discursos y promesas recicladas en plena Avenida 59, intentando convencer a los vecinos de que “lo mejor está por venir”. Lo curioso es que se acordó de gobernar recién ahora, a días de las elecciones, cuando tuvo seis años enteros para hacerlo. El intendente volvió a presentarse como el salvador del distrito, pero la realidad de calles destruidas, barrios oscuros y vecinos olvidados lo deja en evidencia.

Con tono de víctima, Rojas le apuntó al Gobierno Nacional y acusó a la oposición de querer ponerle un freno, pero esquivó la verdadera pregunta: ¿qué hizo en todo este tiempo? Sus propios anuncios suenan gastados, como la tasa portuaria, el recambio lumínico o los planes de pavimentación que repite en cada acto sin que la mayoría de los vecinos vea mejoras reales. Más que gestión, parece un guion ensayado para sostener un relato que ya nadie compra.

El cierre no fue más que un show de campaña con los mismos nombres y las mismas frases de siempre. Mientras Rojas habla de futuro y de avanzar, la ciudad todavía espera resultados concretos. Seis años mintiendo y prometiendo dejan una conclusión clara: lo único que avanzó en Necochea es la capacidad del intendente para vender humo en época electoral.