A tan solo una semana de que venza el plazo para inscribir alianzas, el tablero político porteño podría dar un giro inesperado. La Libertad Avanza y el PRO, que hasta ahora jugaban como rivales en la Ciudad de Buenos Aires, estarían analizando un acuerdo de último momento. Las reuniones informales ya comenzaron, aunque por ahora Jorge Macri se mantiene lejos de la mesa chica, mientras su partido espera un gesto definitivo de Javier Milei.
El trasfondo no es menor: la relación entre Milei y el jefe de Gobierno está en su peor momento, tras las acusaciones del Presidente sobre una “campaña sucia” en su contra. Aun así, ambos espacios reconocen que ir divididos en CABA mientras comparten fórmula en la provincia sería un error estratégico. Desde el PRO remarcan que la coherencia electoral es clave y Mauricio Macri ya convocó una reunión nacional para definir si avanzan con el pacto.
El problema es que no todos quieren el acuerdo. Dirigentes como Silvia Lospennato y María Eugenia Vidal lo rechazan de plano, y en las filas libertarias tampoco hay consenso. Karina Milei, quien decide cada movimiento del oficialismo, todavía no dio el visto bueno, y algunos creen que la decisión final saldrá directamente de boca del Presidente. Si el pacto no se cierra antes del jueves, ambos partidos deberán lanzarse solos en las elecciones porteñas, con el riesgo de debilitarse mutuamente frente al peronismo.