El intendente Arturo Rojas, cada vez más aferrado a su propio relato, salió a mostrar los nombres que lo acompañarán en la lista de Nueva Necochea para las elecciones 2025. Como si la gestión actual no dejara dudas sobre su rumbo, el jefe comunal apuesta por una fórmula conocida: mezclar funcionarios de su entorno, algunos comunicadores dóciles y discursos cargados de eslóganes que prometen “diversidad” y “vocación de servicio”, mientras la ciudad sufre abandono, calles destrozadas y un puerto paralizado.
El primer lugar lo ocupa Matías Sierra, fiel escudero del oficialismo, quien acumula cargos como si fueran medallas pero no logra resolver los problemas de fondo: ni producción, ni turismo, ni cultura despegan, aunque su currículum diga lo contrario. Lo sigue la periodista María José Hegui, un fichaje que levanta más cejas que aplausos, y completa el listado una larga fila de nombres que parecen haber sido elegidos más por obediencia partidaria que por propuestas reales. El municipio habla de pluralidad, pero lo que se ve es más de lo mismo: un grupo alineado, sin voces críticas ni renovación genuina.
Mientras tanto, Rojas insiste con su mantra de “cercanía y resultados concretos”, como si las promesas alcanzaran para tapar el deterioro visible de Necochea. La lista está sobre la mesa, la campaña arranca, pero los vecinos —cansados de promesas que no se cumplen— ya no compran el marketing sin gestión. La verdadera pregunta no es quién acompaña a Rojas, sino hasta cuándo se puede sostener un proyecto que solo brilla en los discursos oficiales.