La UCR se baja del ring de Milei y el PRO y busca una “avenida propia” rumbo a septiembre

Mientras el peronismo y los libertarios se reparten insultos y promesas vacías, la Unión Cívica Radical de la provincia de Buenos Aires decidió no subirse a ninguno de esos trenes descarrilados. En una convención celebrada en La Plata, los radicales bonaerenses tiraron por la borda cualquier acuerdo con el PRO y La Libertad Avanza, y apuestan ahora a construir su propia “avenida del centro”, lejos de los extremos que gobiernan tanto la Nación como la Provincia.

Con la participación de figuras como Miguel Fernández, Pablo Domenichini, Miguel Bazze y Diego Garciarena —quienes representan las dos tribus internas que aún sobreviven dentro del partido centenario—, la UCR empezó a dar forma a un nuevo frente que busca captar a los huérfanos de la grieta: vecinalistas, progresistas sin kirchnerismo, ex socios amarillos despechados y hasta algún que otro peronista arrepentido.

Dicen que tienen estructura, 27 intendentes, cientos de concejales y más de veinte legisladores. Pero también tienen un desafío enorme: demostrar que no son el “plan B” de nadie, sino una verdadera alternativa. Queda por ver si esta “avenida del medio” tiene destino de autopista política… o si termina siendo una calle sin salida más en el laberinto electoral bonaerense.