Noche de terror en la zona de Avenida 2 y calle 89: un grupo de delincuentes desvalijó un restobar del balneario necochense y se llevó hasta el último electrodoméstico. Forzaron una ventana con vista al mar y, como en una escena de película, salieron cargados con un botín tecnológico: un Smart TV Philips de 43’’, un microondas, dos licuadoras, una tostadora industrial y un exprimidor. Los dueños se enteraron al día siguiente, cuando ya no quedaba ni la tostada.
La policía de la Seccional Tercera activó su Gabinete Técnico Operativo y empezó a rastrillar la zona en busca de pistas. Pero apareció un problema de película de bajo presupuesto: las cámaras del local estaban, pero no grababan. Sí, así como se lee. La única esperanza ahora está puesta en las filmaciones del Centro de Monitoreo y cámaras privadas cercanas, que podrían haber captado el movimiento de los cacos o al menos por dónde escaparon con el botín.
La fiscalía ya caratuló la causa como “robo agravado” y puso a trabajar a los operadores municipales. Mientras tanto, los vecinos y comerciantes de la zona están indignados: otra vez la inseguridad mete miedo, y esta vez, ni la tecnología pudo dar una mano. ¿Y los delincuentes? De momento, desayunando licuado y tostadas con vista al mar.