Axel Kicillof no quiere ser espectador del eterno culebrón peronista, y por eso prepara su propio show político: el “Movimiento Derecho al Futuro”. ¿Fecha de estreno? 24 de mayo, en el camping de UPCN de La Plata. ¿Formato? Diez carpas temáticas, decenas de ministros, mucho PowerPoint y una multitud esperando que hable el gobernador. Todo para demostrar que tiene estructura propia, ideas “de futuro” y peso territorial, justo antes de sentarse a la mesa grande donde esperan Massa y Cristina con la servilleta puesta.
El evento promete más paneles que un foro de la ONU: desde economía y vivienda hasta género, juventud, ciencia y cultura, con figuras que orbitan lejos de La Cámpora, como si fuera un casting para el “team Axel”. Sin embargo, algunos nombres clave brillarán por su ausencia: Kreplak, Saintout, Mena y Vilar se bajaron de la carpa, dejando claro que las internas se filtran hasta en el cronograma. Mientras tanto, Larroque y Bianco se encargan de aceitar la maquinaria, repartir roles y mover intendentes como fichas en un tablero de ajedrez.
El acto apunta a mostrar fuerza, volumen y, sobre todo, autonomía. Porque en la jungla del peronismo 2025, el que no se planta, se lo comen. Kicillof quiere dejar de ser el “preferido” de CFK para convertirse en su socio con voz propia. ¿Lo logrará? Eso lo sabremos cuando se apaguen los micrófonos y se prenda la rosca. Porque si algo está claro en esta película es que, en el PJ, siempre hay segunda parte… y nunca es mejor que la primera.