Javier Milei firmó otro de sus decretazos y esta vez fue en favor de las industrias: eliminó de un plumazo las retenciones para 4.411 productos. Desde agropartes hasta cosméticos, pasando por autopartes, plásticos, hormonas y hasta insecticidas, todos quedarán exentos del castigo impositivo que cargaban por exportar. Con el bombo libertario a todo volumen, el anuncio fue oficializado en el Boletín y celebrado por Luis Caputo con un “A esto vinimos” en X, como si acabaran de ganar la Copa del Mundo del libre mercado.
El golpe fiscal, que implica dejar de recaudar sobre unos 3.800 millones de dólares exportados en 2024, apunta a lo que el Gobierno llama “competitividad real”. Caputo asegura que el movimiento beneficiará a unas 3.580 empresas, casi el 40% de las que venden al exterior. Según sus palabras, la idea es que con menos impuestos, haya más ventas, más producción y más laburo. Sí, todo eso con un decreto y sin pasar por el Congreso.
La medida fue reclamada por industriales que venían masticando bronca por los arancelazos que les aplican otros países. Ahora, con el cepo a las retenciones desactivado, el Ejecutivo espera que la industria nacional vuelva a tomar impulso. Aunque los números aún están lejos del récord de 2011, cuando las manufacturas industriales volaban, en el mileísmo creen que este es el camino correcto. ¿Será la luz al final del túnel o solo el flash de una motosierra desatada?