Por arte de magia —y en plena crisis económica— YPF anunció que bajará 4% el precio de la nafta y el gasoil a partir del 1º de mayo. Aunque el alivio será breve: la petrolera dejó bien claro que si el viento cambia, los precios volverán a despegar sin pedir permiso.
Horacio Marín, el jefe máximo de la petrolera estatal, se colgó la medalla y recordó que es la segunda vez que baja el precio. Sin embargo, fue menos romántico al aclarar que el bolsillo de los argentinos seguirá atado a un cóctel explosivo: dólar, petróleo, biocombustibles e impuestos. Es decir, hoy te doy una buena noticia, mañana quién sabe. El litro de nafta súper en Buenos Aires bajará unos miserables $48… para luego quedar a merced de la próxima tormenta económica.
El descenso responde, dicen, a la caída global del precio del petróleo y al pánico mundial por una recesión. Pero no hay que ilusionarse: en su comunicado oficial, YPF prometió “calidad” y “monitoreo constante”, pero también advirtió que si sube el Brent, el dólar o el humor de Wall Street, la fiesta en los surtidores será historia. ¡A cargar antes de que se arrepientan!