Vecinos de barrios como Villa Florida, Villa del Deportista, Villa Zabala y Tigre Dientes de Sable están que arden. Y no es para menos: viven rodeados de barro, sin luz, sin gas y con la basura acumulándose día tras día. Pese a pagar las mismas tasas municipales que cualquier otro ciudadano, denuncian que están condenados al abandono total. “Pagamos como si viviéramos en el centro, pero nos tratan como si no existiéramos”, explotó una vecina con bronca.
Las calles son una trampa mortal, especialmente cuando llueve: se transforman en verdaderas piletas de lodo que impiden entrar o salir de las casas. Y si el barro no los frena, el polvo en verano los asfixia. De noche, la oscuridad es total porque el alumbrado público no funciona en varias zonas, y la inseguridad hace de las suyas. Para colmo, los cortes de luz ocurren sin previo aviso y la empresa proveedora ni se inmuta cuando los vecinos pierden electrodomésticos.
Cansados de promesas vacías, ahora preparan una campaña de firmas y amenazan con llevar el reclamo al Defensor del Pueblo si no hay respuestas inmediatas. Exigen mantenimiento urgente de las calles, reposición de luminarias, poda preventiva y una solución real a los problemas eléctricos. “No pedimos lujos. Solo queremos vivir con dignidad”, lanzaron en un comunicado que ya circula por los grupos vecinales. ¿Responderán las autoridades o seguirán mirando para otro lado?